El bacalao en Burgos ha sido uno de los pescados por excelencia en nuestra familia, el plato en cuestión era habitual en Navidad, sobre todo en Nochebuena, cuando entrábamos en casa el olor a bacalao y pimientos asados era peculiar e inconfundible, era Nochebuena y mi madre estaba guisando bacalao....
Luego durante el tiempo de invierno se ponía algunas veces más cuando encontraba mi madre alguna bacalada buena en el mercado o en la calle Los Herreros y en vez de traer otro pescado traía bacalao porque sabía que nos gustaba a todos. Añado tambíen la mejor forma de desalarlo.
29 de Enero: Día muy importante en nuestra familia, nacimiento de mi hija, por eso hoy esta receta será un dulce, un postre dedicado a ella con Nutella que siempre le ha encantado y que buenas rebanadas se comía de niña porque a su madre también le gusta mucho y lo compraba con asiduidad. Vayamos pues con una receta simple y fácil de hacer, solo se necesita media hora, es de un resultado excelente y los rollitos quedan jugosos y blanditos. A tu salud hija. Muchas Felicidades
Esta receta es una receta mía, que hago en fechas bastante frescas de invierno, dado que es un plato contundente. En vez de utilizar fabes utilizo Judiones de La Granja que son ricos y mantecosos y absorben muy bien el sabor y añado una patata troceadita para suavizar el compango. Lo suyo es que se haga a fuego lento en cazuela. Si se hace en olla rápida hay que haber hervido antes solo el compango. También puede ser sustituida la morcilla asturiana por una morcilla de Burgos en rodajas al final.
Bueno eran unos domingos que la mañana estaba más o menos ocupada, primero a misa con tus padres o con tus amigos dependiendo la edad , a un lugar o a otro, mi madre solía ir a la parroquia, en san Pedro de la Fuente, a las nueve y cuarto, y mi padre iba a la Divina Pastora, una Iglesia pequeñita en la calle Lain Calvo, yo cogía y me iba al Hondillo al Kiosco Cervantes donde nos comprábamos el Capitán Trueno o El Jabato de rigor o cambiábamós cromos de la colección que estuviese en auge y que nunca era posible acabar porque siempre faltaba alguno. Si sobraba algo de la propina que nos hubiesen dado... lo cual era difícil, nos comprábamos algún obús o algún chevalier (pastelillo muy común en Burgos), al que dedicaremos un día un monográfico o una receta, pasábamos por el Espolón y la Isla y de regreso a casa a la hora de comer, con ganas porque ese día se hacia algo especial, si no había futbol por las tardes a las 4 a ver un poco la televisión, no sé si ponían el Virginiano o Bonanza, Daniel Boone o El agente de Cipol, luego se cortaba la programación y a jugar a calle. Hasta la hora de cenar. Luego era complicado ya hacer muchas más cosas a no ser salir a la puerta de la barriada con los vecinos a tomar el fresco. Tiempos que recuerdo y añoro
Esta es una receta que ha sido mas común desde nuestra estancia en Alicante, sobre todo por el producto, el turrón, y también por su medio y momento, este es un tipo de tarta que llevamos haciendo ya mucho tiempo, utilizando el turrón sobrante de las Navidades y por eso se realiza en estas fechas, el método de realización en este caso es thermomix, pero un poco mas adelante os pasaré esta receta en método tradicional.
Las croquetas eran uno de los platos elegantes de mi madre, las hacía de diversas maneras, de bacalao, de pollo, de jamón, de cocido.... Pero estas que vamos a hacer hoy son las mejores. Esta receta tiene un gran acento de ropa vieja, por los ingredientes, pero las llamaremos de la abuela porque siguió haciéndolas hasta el fin de sus días y también porque las hace a menudo su nieta. Un homenaje y un recuerdo. Esta receta la presentaremos de dos maneras: de modo tradicional y con thermomix.
La que se denominaba en mi casa Sopa de Ajo o Sopa Castellana era un plato que generalmente se comía para cenar y que acompañado con un huevo y a veces con unas rodajas de morcilla te permitían ir a la cama calentito en una tierra en la que el invierno dura muchos meses, solo tener unos pocos ingredientes basicos permitía su realización. Recuerdo que mi madre me sentaba en el poyo de la cocina mientras ella lo hacía para que no pasase frio. Y mi vecina la Sra. Constantina las cenaba todas las noches. Se que las variantes respecto a este plato son multiples, yo hare la que se hacía en mi casa.
La festividad de San Antón, patrón de los animales, es una de las que cuenta con mayor arraigo tradicional. Tiene lugar el 17 de enero,
y en Burgos se celebra de manera especial en los barrios de Huelgas,
Gamonal y San Cristóbal. Es costumbre que, tras la misa de rigor, los
dueños acudan con sus mascotas a las distintas parroquias para que estas
puedan ser bendecidas.
En el barrio de Huelgas, además de la
bendición de los tradicionales panecillos de manteca y anís, que luego
se reparten entre el público, también se bendicen dos cerdos, que se
sortean entre los asistentes. Asimismo, las peñas reparten productos
típicos, como morcilla, chorizo, vino, caldo mondongo...
En el barrio de San Cristóbal
tiene lugar la tradicional matanza del cerdo por parte de la cofradía
de San Antón, que durante días se encarga de prepararlo todo para que el
público pueda degustar la morcilla, el asado de morro y el picadillo,
acompañado de vino y pan de leña.
Por su parte, la cofradía de Nuestra Señora de Gamonal y San Antonio Abad
celebra esta día con una de sus tradiciones más conocidas: la cocción y
el reparto de los titos. Cada año se incrementan los kilos de legumbre
que se reparten y siempre con éxito entre los asistentes, que acuden en
mayor número cada vez.
¡ Carlos vete donde Sixto y trae 2 kilos de patatas ! La importancia de las patatas fué que siempre llenarón el estómago con facilidad, mi madre yo recuerdo que nos las hacía con frecuencia de varias maneras, una de ellas estas Patatas a la Importancia que es uno de los platos que yo nunca he hecho, pero si mi hija Belén a la cual la quedan igual que a mi madre y que cada vez que puedo le digo " ¿Cuando nos vas a hacer unas Patatas a la Importancia? ". Por varias razones, porque me gustan, por la contundencia del plato, porque las hace muy bien y porque me recuerdan mi niñez. Es un plato también utilizable como guarnición de carnes, pescados y huevos.
Una vez a la semana en mi casa, supongo que como en la mayoria de los hogares de Burgos, mi madre nos preparaba su cocido, unas veces con más otras con menos pero riquísimo y que cuando había poca carne nos freia luego un huevo encima de los garbanzos y regaba con aceite crudo.
La receta de este cocido, como casi
todos los platos, puede hacerse de forma lenta (2 o 3 horas) o más
rápido en olla expres. En esta tendremos preparado un completo cocido en 40 minutos.
Esta es una receta que luego daba platos para otro dia con las sobras, como un primer plato con sopa de cocido, unas croquetas de jamón y pollo que no he vuelto a comer o una ropa vieja con todo lo demás.
El abrir la fresquera y no encontrar carne era algo habitual en los años cincuenta y sesenta, esto hizo que se hiciese un plato de obligación las patatas viudas, porque eso era algo que nunca faltaba en en las casas, ese plato de recurso, como tantos otros, se ha convertido ahora en un primer plato excelente y un recurso habitual en las casas, y que se pueden comer solas, o acompañando otros platos de carne o huevos. En mi casa fue habitual también de los Viernes de Vigilia en Cuaresma.
El conejo...la carne por excelencia en aquellos tiempos junto con el pollo, además mi padre y mi madre les criaron y vendieron durante largo tiempo lo cual daba un plus a la economia casera, y mi madre de vez en cuando decía: "Esta semana matamos un conejo para el domingo", cogía le daba un palo en las orejas y le dejaba desollado a la puerta del gallinero, lugar llamado así porque antes de conejos se habían criado gallinas de poner, y conejo para dos días mi padre vendía el pellejo del conejo y un extra para sus gastos...Aqui os dejo su receta, una receta para la posteridad y que aún hago...
Cada plato de cocina está relacionado con un momento de nuestra vida o con varios, generalmente esos platos han sido realizados por tu familia, especificamente mi madre y mis tías y posteriormente mis primas y yo, esto te deja en la memoria perdurando todos los sentidos, el olor de un cocido al entrar en casa, el sabor profundo de un guiso con todos sus matices, el oir el chisporrotear de un sofrito, el ver como llega la comida a la mesa y trasmite ese apetito o tener un bocadillo chorreante de pan con aceite entre las manos. Estos sentidos todos combinados con los recuerdos hacen unos momentos dificiles de olvidar y los cuales quiero escribir por si algún día no puedo y transmitirlo no tan solo a mi familia sino a cuantos lo puedan desear. Este blog ha sido creado con ese motivo y las recetas que en el aparecen han sido creadas o recibidas de su madre por las hermanas alegres, Magdalena, Consuelo y Regina y luego transmitidas a nosotros verbalmente o por los sentidos como anteriormente he dicho, en cualquier sitio reconocería un plato de los de mi niñez hecho por mi madre lo mismo supongo que les pasaría a mis primas... en Burgos... en San Pedro de la Fuente a unos, en San Cosme o en Los Alfareros a otras. Comenzaremos con los platos mas tradicionales de nuestras madres, para continuar con platos que ya hemos realizado nosotros y nuestros hijos.
El abrir la fresquera y no encontrar carne era algo habitual en los años cincuenta y sesenta, esto hizo que se hiciese un plato de obligación las patatas viudas, porque eso era algo que nunca faltaba en en las casas, ese plato de recurso, como tantos otros, se ha convertido ahora en un primer plato excelente y un recurso habitual en las casas, y que se pueden comer solas, o acompañando otros platos de carne o huevos. En mi casa fue habitual también de los Viernes de Vigilia en Cuaresma.
El conejo...la carne por excelencia en aquellos tiempos junto con el pollo, además mi padre y mi madre les criaron y vendieron durante largo tiempo lo cual daba un plus a la economia casera, y mi madre de vez en cuando decía: "Esta semana matamos un conejo para el domingo", cogía le daba un palo en las orejas y le dejaba desollado a la puerta del gallinero, lugar llamado así porque antes de conejos se habían criado gallinas de poner, y conejo para dos días mi padre vendía el pellejo del conejo y un extra para sus gastos...Aqui os dejo su receta, una receta para la posteridad y que aún hago...
