jueves, 10 de agosto de 2017

Los domingos de campo (filetes empanados)

El Parral, sitio de paseo y merienda
Durante mi niñez y mi adolescencia, el fin de semana no empezaba como ahora, el viernes, sino el sábado por la tarde, dado que se trabajaba los sábados por la mañana. Por esta circustancia y disponiendo de parajes verdes en Burgos como El Castillo, aledaño a mi casa de Francisco Salinas, El Parral, el Monte Sano o Fuente Bermeja para pasar la tarde o Fuentes Blancas para disfrutar el domingo completo llevando la comida cargados con bolsas y parrilla en su caso y a coger el autobus en el Cid para volver por la noche despues de pasar un buen dia disfrutando del rio. Para esto mi madre y mis tías preparaban unas tortillas de patata, filetes empanados (comprados donde Abad o donde la Eufemia) y ensaladilla rusa entre otras cosas. Pero si bajábamos al Parral o subíamos al Castillo e íbamos los amigos solos igual el condumio se reducía a unas patatas asadas, que habíamos cogido donde Sixto o donde Evilasio para asar en la hoguera, y unos chorizos y un par de tomates con sal y de postre unos cigarros que habiamos comprado donde Benito o un paquete de Celtas o similar donde el Señor Donato (El Dios). Estando en Burgos, esto que aqui relato pasaba en verano y no siempre dadas las inclemencias del tiempo. Adjuntamos unas recomendaciones sobre los filetes empanados.

Maridaje: Una buena bota de vino 
Una Canción para un plato: Para una persona de Burgos que sueña muchas veces con su tierra y que admira otras tierras, sin olvidar la suya, estos filetes empanados y esta tortilla la comería en cualquier sitio con la canción de un grupo tradicional muy nuestro como Oregano y que se titula como no podia ser de otra manera: Soy de Burgos


miércoles, 9 de agosto de 2017

Croquetas de ropa vieja

En pleno invierno burgales, al ser los cocidos un plato fundamental, mi madre solía añadir siempre un poco más para posteriormente hacer unas croquetas o cualquier otra cosa que solucionase la comida del dia siguiente. En este caso vamos a preparar unas croquetas con las sobras del cocido, puede tener muchas variantes pero en este caso vamos a hacer una receta que me parece que les gustará y que me trae grandes recuerdos.




Maridaje: Protos Roble 2015
Canción para un plato:  Unas croquetas de cocido, que llevan tanto en tan poco, y un grupo de danzas de mi tierra que tanto recuerda, Justo del Rio, y una danza que me toca de cerca por el lugar: Rueda de la Ribera. 

Liebre de tiempo y lugar

Cuando se abria la veda de caza, tanto mi madre como yo ya estábamos pensando el día que mi padre iba a ir al mercado a comprar una liebre o encargársela a algún cazador conocido, recuerdo también a mi tío Jerónimo que le gustaba muchisimo y colaboraba en estos planes.... Mi madre la guisaba maravillósamente, esas dos veces al año que la comíamos marcaban para que esperásemos con ansia el año siguiente... Por eso esta receta con pequeñas variciones que yo le he hecho es una receta con enjundia y que huele a campo, a tomillo y romero. Un homenaje a la cocina clásica de mi madre y a la devoción anual de mi padre en comprarla. Su plato preferido. La he llamado de tiempo y lugar porque se comía solo en un corto espacio de tiempo: la veda abierta. Y lo de lugar por la pregunta aquella de: ¿Es de Burgos o de la Mancha ?

Maridaje: Tinto Naval Crianza 2012 . D.O. Arlanza
Cancion para un plato: En este caso, rememorando canciones de mi tierra y mi afinidad hacia un plato que sé que no volveré a comer, por la ausencia de aquella cocinera, tan solo unos breves versos del Cancionero de Olmeda en su Canción de Siega interpretados maravillosamente por el grupo Yesca